miércoles, diciembre 31, 2008

Sigue, sigue Everton

La tarde terminaba en la mansión del Dr. Esponda. Los niños habían merendado y terminado los deberes.

El Dr. ya estaba calentando el auto para devolver a Everton al hogar.

Allí, recordando la reciente tarde donde su hija y el desvalido habían compartido merienda, juegos y estudio en amical armonía, se le ocurrió una idea ....

jueves, diciembre 04, 2008

EVERTON, SIGUE Y SUMA

Encontrábase como vimos ya Everton instalado en un centro de enseñanza, y sus carencias fisiológicas paliadas por la sapiencia de su veterana maestra.
Nuestro héroe disfrutaba de la escuela. El primero en llegar y el ultimo en irse. El resto de los compañeros lo ignoraba, algo bastante mejor de lo que sucedía en su casa donde la tortura doméstica era su sino.
Y como si eso fuera poco estaba Gracielita.
Everton soñaba despierto. Sus bucles, su aliento a chicle de banana, sus ojos, celestes como las rayas de la bandera oriental.
No le faltaban razones a Everton para ilusionarse con su compañerita, es que ésta, munida del ánimo de Florence Nightingale daba todo de si para ayudar al baldado.
Un día lo invitó a tomar la leche en su casa. Everton aterrorizado se disculpó aduciendo que tenía que bañar a la Polola.
Para la quinta vez no le quedaban recursos.
Ese día fue bañado a la escuela