El sábado que viene amigos, me asaltarán emociones contrapuestas.
Por un lado el regocijo y natural alegría de quien almacena otro año más, por otro lado el desgarrador dolor de haberme enterado hace poco que tengo una hermana melliza y fuimos separados al nacer.
Y como lo uno lleva a lo otro terminé pensando sobre ese bien esquivo que es la felicidad. Que todos la definimos de diferente forma, pero a la que todos aspiramos.
Y ojo, estoy hablando de felicidad, no de diversión o entretenimiento.
Esta felicidad bien entendida es un bien escaso, y poco comprendido, hay seres que son o fueron felices y no lo saben.
Para paliar todo esto es que me he trazado una meta: enseñar a los humanos del mundo a administrar y gerenciar su felicidad.
Como sabemos, no hay nada más eficaz para lograr sus propósitos que la aceitada maquinaria de una empresa privada.
Y ese es el punto. Pensemos en la felicidad como el producto final de un proceso . Definamos las materias primas y los tratamientos que estas deben recibir, Diseñemos un organigrama!
Todo esto y mucho más estará incluido en el programa de los cursos a distancia de Gerenciamiento de la Felicidad" que organizo con Pelusa vera
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