Poderosas fuerzas pugnan en mi pecho, unas por contarlo todo. Otras por silenciarlo.
Lo más conveniente sin duda sería la tapadera, el ocultar, la verdad a medias, el improbable olvido.
No puedo.
Debo hacer algo inconveniente.
Y que los ángeles caidos me juzguen en la hoguera!
(sigue)
1 comentario:
¿va a matar algún un perro?
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