martes, enero 26, 2010

DE LAS DIFERENTES MANERAS DE ESCUCHAR MÚSICA


Luego de largos y apasionados estudios acerca de la actitud del escucha de música popular (la erudita es harina de otro costal), hemos llegado a interesantes conclusiones que esperamos sean recogidas por otros estudiosos y de esta manera se genere un conocimiento más vasto sobre esta área no muy explorada de la recepción sónica

Hemos descubierto que hay tres tipos de aproximación a la escucha musical. Todos relacionados con el sexo.

a) En primer lugar el escucha hembra (independientemente de su genoma).
Esta persona es "song driven". Le gustan canciones, adora los estribillos. En el playlist de su reproductor podemos encontrar un tema de Julieta Venegas, otro de Bersuit, uno de Neil Young, uno de Bola de Nieve y otro de Bob Marley. Todo de corrido. No hay un disco entero de un autor, todas canciones sueltas.
Es la población más extendida

b) En segundo lugar el escucha macho, el mismo encara la escucha de cada obra por encima del valor de los temas en particular. Entiende que cada disco es de un autor y que se escucha entero y que entero se lo aprueba o se lo rechaza.
Es una población que va menguando así como van menguando los discos de autor que van siendo reemplazados por uno o dos temas de difusión y el resto es relleno

c) La última categoría es el escucha bisexual, que reúne el gusto por las buenas canciones y la capacidad de apreciar también el panorama más amplio de una obra o discografía.
Declaro en este momento pertenecer a esta categoría.
Y Uds?

Aprovecho para invitarlos al Día del Orgullo del Escucha Bisexual, el 31 de Enero, en recuerdo a un grupo de valientes que apedrearon ferozmente las vidrieras de la hoy desaparecida sucursal Pocitos del Palacio de la Música un 31 de Enero de 1978
El motivo, el inexcusable retraso en la edición de un disco de Gentle Giant.
Un saludo a aquellos valientes

3 comentarios:

Von dijo...

Pertenezco al mismo género que usted Warren, pero hay que tener en cuenta el signo de los tiempos. El número de artistas produciendo música ha crecido en forma exponencial al igual que la posibilidad que tiene uno de hacerse de sus grabaciones. También ocurre que los escuchas tenemos otras actividades, muchas más que las que teníamos para hacer en épocas en que podían pasar meses sin que compráramos un disco nuevo. Antes, escuchábamos unas 100 veces un disco antes de ubicarlo en el estante junto a los demás. Ahora eso es impensable, si hacemos eso, nos perdemos los millones de otras cosas que están ahi, para que uno las consuma.

Como cantaban los policías:

"Too much information
running through my brain
too much information
driving me insane"

Tomás Eastman dijo...

Tiene razón.

Anónimo dijo...

Vaya si habré bailado la canción que Von refiere!
Soy definitivamente escucha-hembra.
Me guío por los ardides más vulgares de la seducción auditiva, tanto da si es un jingle de mayonesa o el Himno a Sarmiento (una canción que me gusta mucho, de verdad).

Así y todo me sumo a la marcha del orgullo y reivindico toda orientación musical.