miércoles, noviembre 16, 2005

Una derrota no es deshonra



Pero siempre es mejor ganar.
Convinimos con mi hermano que luego de esta alegría que nos dieran los players del continente isla, había que festejar.

Consultadas las lideresas acerca de la alimentación que solían consumir, nos dijeron que se limitaba a semillas, raíces, bulbos y algún animal muerto que encontraran. No conocían el fuego, por lo tanto comían todo crudo.

Nos dijeron además que no había animales de gran porte en la isla, ya que los que habían venido en el barco habían ido a parar a otra isla. Ellas no recordaban que nadie los hubiera ido a ver, pero una de ellas, la de más edad creía recordar imágenes de hombres alrededor de una cosa rojoamarillenta y caliente y de una carne que le ponían cerca .
-Un aroma delicioso. Nunca lo pude olvidar, reconoció.

Inmediatamente nos pusimos en acción.
Solicitamos al triunvirato que hiciera un importante acúmulo de ramas secas y lo colocara cerca de la vulva ceremonial. Mientras tanto Al y yo iríamos a la otra isla y cazaríamos algo.
Las viejas acordaron.

Nos subimos a la nave a pedal y cantando la siguiente canción nos dirigimos a la isla de los animales:
"Tengo la camisa negra
Porque negro tengo el culo
Hoy tengo en el alma una pena
Y es por culpa de estar sucio......."

Luego de trescientas repeticiones de la estrofa llegamos a la isla de marras.

Apenas desembarcamos apareció un venado tipo Bambi.
Lo enlazamos, sacrificamos, cuereamos y limpiamos en veinte minutos.
Mientras estábamos en eso, se apareció como curioseando una espléndida chancha de unos doscientos kilos.
Al la desmayó de un hondazo y luego procedimos como en el caso anterior.
Cuando estábamos cargando todo en la pedalina nos atacó un unicornio azul. Lo matamos con las navajas y lo cargamos también.

La nave casi escora por el peso, pero se comportó bien y llegamos a la isla de las mujeres sin novedad. No por casualidad es alemana. Esos tipos si que saben hacer las cosas.

A la media tarde ya se estaba cocinando todo en una parrilla gigante que rescatamos de una construcción en desuso. Probablemente fuera parte de una cerca.

Mientras se iba haciendo el asado, las mujeres se iban arrimando curiosas por la novedad.
Todas ya habían aprendido a bañarse diariamente y las más coquetas se peinaban.
Casi todas iban semi cubiertas. Alguna parte de su cuerpo tapado por una tela vieja o algo así.

Con Al comenzamos a tomar unas cervezas que había en la lanchita.
Las mujeres por el contrario habían guardado la tradición de una bebida fermentada de coco, que tomaban directamente de la fruta con una pajita. Además le agregaban una sombrillita de papel.

Como toda mujer, son malas bebedoras, y antes de comer casi todas estaban borrachas.
Las viejas no. Esas mantenían la compostura.

Cuando la comida estuvo pronta e íbamos a comenzar el ataque una de las viejas nos dió una voz de alto.
Procedían igual que las ratas. Ante un alimento desconocido la más vieja es la primera en comer para evitar envenenamientos.

Se comió los ojos de los tres animales. Se sentó en el trono. Todo era silencio.
A los cinco minutos la tierra tembló, sonó un flato impresionante.
La vieja se acomodó y sentenció "Está bueno. A comer"

Las mujeres comían a cuatro manos.
Algunas desesperadas, luego de llenarse (sus estómagos obligados por la dieta son pequeños) se escondían entre las plantas, vomitaban y volvían a comer.

Al y yo nos centramos en el ojo de bife del unicornio. Algo dulzón, pero excelente. Sabroso y tierno.
De postre comimos cassatta.

Poco a poco el mujererío, especialmente las más jóvenes iba cayendo debido a la combinación del alcohol y la comida.
Aún así Al rejuntó a seis o siete y se las llevó a una choza.

Yo quedé solo.
A unos metros la morocha de ojos verdes me miraba. Estaba triste.
Yo también.


A defeat is not dishonor


But always he is better to win.
We agreed with my brother who after this joy that gave players us of the continent island, was necessary to festejar.
Consulted the lideresas about the feeding that used to consume, they said to us that it was limited seeds, roots, bulbs and some dead animal that found.
They did not know the fire, therefore they ate all crude one. They said to us in addition that there were animals of great no bearing in the island, since those that had come in the boat had been going to stop to another island.
They did not remember that nobody had been going them to see, but one of them, the one of more age believed to remember images of men around a thing rojoamarillenta and warms up and of a meat who put to him close.
- a delicious aroma. I never could forget it, recognized.
Immediately we put into action.
We asked for the triunvirato that did important acúmulo of dry branches and it placed it near vulva ceremonial.
Meanwhile Al and I we would go to the other island and we would hunt something.
The old ones decided.
We rose the pedal ship and singing the following song we went to the island of the animals:
"I have the black shirt Because black I have the ass
Today I have in the soul a pain and is because of being dirty,,,,,,,"
After three hundred repetitions of estrofa we arrived at the island from marras.
Hardly we disembarked appeared a deer Bambi type. We connected it, we sacrificed, cuereamos and we cleaned in twenty minutes.
While we were in that, one appeared like looking around splendid chancha of about two hundred kilos. Al desmayó of hondazo and soon we came as in the previous case.
When we were loading everything in the pedalina attacked unicornio to us blue.
We killed it with the knives and we also loaded it.
The ship almost lists by the weight, but it behaved well and we arrived at the island of the women without newness.
Not by chance she is German. Those types if that know to make the things.
In the average afternoon already everything in a giant grill was cooking that we rescued of a construction in disuse. Probably outside part of one surrounds.
While she was become the roasted one, the women were brought closer themselves peculiar by the newness.
All already they had learned to bathe daily and the pluses coquetas were combed.
All almost went semi covered. Some part of its body covered by an old fabric or something thus. With Al we began to take beers that were in the lanchita.
The women on the contrary had kept the tradition from a fermented drink of the Coco, who took directly from the fruit with a pajita. In addition they added a sombrillita to him of paper.
Like all woman, they are bad drinkers, and before eating almost all they were drunk.
The old ones no. Those maintained the composure.
When the food was quick and we were going to begin attack one of the old ones gave a stop voice us.
They came just as the rats. Before a unknown food oldest it is first in eating to avoid envenenamientos.
One ate the eyes of the three animals.
One seated in the throne. Everything was silence.
To ls five Earth minutes it shook, sounded an impressive flato.
The old one complied and sentenced "Is good. To eat "
the women they ate at four hands. Some desperate ones, after filling (their stomachs forced by the diet are small) hid between the plants, vomited and returned to eat.
Al and I we were centered in the steak eye of unicornio. Something dulzón, but excellent. Flavorful and tender.
Of dessert we ate cassatta.
Little by little mujererío, specially youngest was falling due to the combination of the alcohol and the food.
Even so Al seven or six rejuntó and took them to a hut.
I was single.
At meters morocha of green eyes watched to me. It was sad.
I also.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una derrota es sólo un deséxito.

Tomás Eastman dijo...

Eso! Me hace acordar a un jefe que tuve que cada vea que se li rompía un equipo decía: "No es que esté roto.Es que no funciona"