Al rato, cuando las articulaciones hacía tiempo que habían comenzado a doler, una molesta música ochentosa me aturde.
De golpe Grace Jones se descuelga desde no sé donde mientras los atónitos miembros de Duran Duran la miran sin comprender.
Con una herramienta desconocida rompe los grilletes y desaparece inmediatamente.
Sin sostén ninguno caigo libremente.
Me asusta un poco no tener miedo.
Mientras caigo recuerdo la carta de Halle Berry y decido leerla. La última lectura quizás.
Saco los papeles de ente la ropa y miro.
De cómo una exitosa actriz de Hollywood fue a parar a un atrasado rincón del mundo llamado Uruguay y de las extravagantes costumbres de sus habitantes.
Llamativo comienzo.
Creo que no voy a llegar al final.
Faltan pocos metros para el piso y no hay red
martes, junio 06, 2006
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