viernes, mayo 11, 2007
Georgia on my mind
Cheever avanzaba en su Oldsmobile del 54 que había comprado en un lote de autos usados en Bethel (GA).
Tenía seis años y la máquina funcionaba bien.
En la mitad de la nada, en Lanes Bridge Road rumbo a Madray Springs pinchó.
No se había fijado en los neumáticos
Se agachó a mirar al culpable.
El sol y la humedad multiplicaban el calor. El bochorno lo ahogaba
En un momento que levantó la cabeza para secarse el sudor lo vió venir.
El negro, inmenso y teñido en sangre caminaba por la banquina rumbo a él. Tanteó su arma.
No tuvo necesidad de desenfundar. Al llegar al paragolpes del auto, el negro tropezó y se desmoronó con gran estrépito sobre el capot.
Cuidadosamente se acercó. Aparentemente estaba inconsciente.
Lo miró. No había parte de su cuerpo que no tuviera una herida.
Un trazo de sangre de unos veinte metros desde unos arbustos cercanos a la carretera hasta el auto marcaban su trayecto.
"Carajo, pensó en voz alta, que hago ahora con el auto pinchado y este paquete?"
Decidió sentarse en el auto y fumarse un cigarro mientras pensaba en como salir de allí.
Carl Perkins sonaba en la radio.
La modorra lo venció. No llegó a ver al grupo de gente que se acercaba por el camino.
(Continuará)
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
no se haga rogar warren, la segunda parte
dejeme pensar un poco...
...va lindo
blaxploitation
Piense Warren, piense. Kerouac no tardó mucho con el auto estacionado.
Le dejo un saludo
Una ruta vacía, un oldsmobile, un cigarro...qué más hace falta?
grande warren, espero la segunda (hay segunda?)
Publicar un comentario