el-warren y al-warren
Desde la Banda Oriental, emitiendo para toda la Antártida.
Más de 50 años comprometidos con la felicidad de la familia uruguaya.
Atendido a partir de ahora por su propio dueño
Violeta! me hicistes sufrir y gozar otra vez. 3 a 2 terminó la cosa y eso que jugastes en los ecuadores, cosa que no es para cualquiera. Los catódicos rayos que conformaban la imagen de tu hazaña, los vi en la Trattoria Di Piu, cheboli modernoso con parrilla y pizza, sito en la mas futbolera de las calles: Avenida General Garibaldi esquina Santiago Walcalde, glorioso artillero de Artigas en la Batalla de Las Piedras. El punto es bueno pero del boliche poco se puede decir, salvo que a su frente paran autos de arriba de 20 lucrecias, ninfas que se bajan de uno y suben en otro, ese tipo de cuestiones. Un boliche sin alma, pero con tele, que en definitiva era lo que me importaba. Me pongo a llorar por dentro cuando me acuerdo que a unos metros yace el cadaver del viejo Bar Caballero de Garibaldi y Montecaseros. La cortina de hierro se bajó por ultima vez hace unos años y hoy está tapado de pegatinas anunciando actuaciones de conjuntos punchipunchi. Caballero! Te saludo una vez mas y cuando paso por ahí me persigno. Recuerdo tu horno de leña gigante, cuantas pizas rellenas, cuantas figazas con muza me habré mandado sobre la cármica de tus mesas. ¿Porqué los boliches lindos son los que cierran? Pero volviendo a los pantalones cortos.. qué misterioso es el fúbol, porqué te apagaste Tuerto! Qué media hora fatídica! La carpeta del Chamaco para hacer echar a uno y el huevo del segundo tiempo alcanzaron para pasar de pantalla, como dicen los jugadores de Supermario. Dejastes a los milicos arafue y ahora te toca River... Violeta! esta te pido! Que gloria sería, que venganza, ganarle al cuadro del deté que abandonó a la selección oriental. Te juro que si ganás en el coloso me voy a pie a verte al Monumental y no me paran ni los piquetes.
El violeta es, se sabe, el mejor de los colores. A veces, sólo a veces como para no insensibilizarnos, nos da una alegría.
Y que es la vida sino un collar de espaciadas perlitas de felicidad unidas por el hilo de la desesperación?
Joyos, lo saludo y me adhiero a su homenaje a los boliches caídos -nunc amejor aplicada la expreión- en cumplimiento del deber Bolichs que no negaban un baño ni vendían el agua caliente. Boliches donde el sutil aroma amoniacal se mezclaba en una composición inolvidable con el aroma del alcohol, el café, el pucho. Via parar acá que si sigo largo el moco Y ahora el riverplé. Recuerdo que estuvimos una vez a punto de eliminarlos. Probablemente esta se nos de.
dicen que el váiolet es el color de la "transmutación".
"ninfas que se bajan de uno y suben en otro, ese tipo de cuestiones" deben vestirse mucho de váiolet.
el violeta queda bien con todo: violeta y rojo violeta y cyan violeta y amarillo cromo violeta y naranja violeta y verde manzana violeta y fucsia violeta y una camiseta de fútbol.
9 comentarios:
Le cambió el color, warren?
Me alegro.
: )
irina
el vaiolet me gusta
arriba la violaaaa!!!
Violeta! me hicistes sufrir y gozar otra vez. 3 a 2 terminó la cosa y eso que jugastes en los ecuadores, cosa que no es para cualquiera. Los catódicos rayos que conformaban la imagen de tu hazaña, los vi en la Trattoria Di Piu, cheboli modernoso con parrilla y pizza, sito en la mas futbolera de las calles: Avenida General Garibaldi esquina Santiago Walcalde, glorioso artillero de Artigas en la Batalla de Las Piedras. El punto es bueno pero del boliche poco se puede decir, salvo que a su frente paran autos de arriba de 20 lucrecias, ninfas que se bajan de uno y suben en otro, ese tipo de cuestiones. Un boliche sin alma, pero con tele, que en definitiva era lo que me importaba. Me pongo a llorar por dentro cuando me acuerdo que a unos metros yace el cadaver del viejo Bar Caballero de Garibaldi y Montecaseros. La cortina de hierro se bajó por ultima vez hace unos años y hoy está tapado de pegatinas anunciando actuaciones de conjuntos punchipunchi. Caballero! Te saludo una vez mas y cuando paso por ahí me persigno. Recuerdo tu horno de leña gigante, cuantas pizas rellenas, cuantas figazas con muza me habré mandado sobre la cármica de tus mesas. ¿Porqué los boliches lindos son los que cierran?
Pero volviendo a los pantalones cortos.. qué misterioso es el fúbol, porqué te apagaste Tuerto! Qué media hora fatídica! La carpeta del Chamaco para hacer echar a uno y el huevo del segundo tiempo alcanzaron para pasar de pantalla, como dicen los jugadores de Supermario. Dejastes a los milicos arafue y ahora te toca River... Violeta! esta te pido! Que gloria sería, que venganza, ganarle al cuadro del deté que abandonó a la selección oriental. Te juro que si ganás en el coloso me voy a pie a verte al Monumental y no me paran ni los piquetes.
El violeta es, se sabe, el mejor de los colores. A veces, sólo a veces como para no insensibilizarnos, nos da una alegría.
Y que es la vida sino un collar de espaciadas perlitas de felicidad unidas por el hilo de la desesperación?
Joyos, lo saludo y me adhiero a su homenaje a los boliches caídos -nunc amejor aplicada la expreión- en cumplimiento del deber
Bolichs que no negaban un baño ni vendían el agua caliente. Boliches donde el sutil aroma amoniacal se mezclaba en una composición inolvidable con el aroma del alcohol, el café, el pucho.
Via parar acá que si sigo largo el moco
Y ahora el riverplé. Recuerdo que estuvimos una vez a punto de eliminarlos. Probablemente esta se nos de.
lo saludo cordialmente en este momento de euforia
GRACIAS
dicen que el váiolet es el color de la "transmutación".
"ninfas que se bajan de uno y suben en otro, ese tipo de cuestiones" deben vestirse mucho de váiolet.
el violeta queda bien con todo:
violeta y rojo
violeta y cyan
violeta y amarillo cromo
violeta y naranja
violeta y verde manzana
violeta y fucsia
violeta y una camiseta de fútbol.
Tere de Punta Carretas Violeta
Innúmeras aplicaciones del violeta
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