miércoles, junio 21, 2006

Resumiendo


La última vez que me comuniqué con ustedes estaba en caída libre desde la cumbre de la torre Eiffel.

Mientras tanto intentaba distraer los pensamientos de mi segura muerte, tratando de leer el diario que Halle Berry había hecho de su estadía en Uruguay.
Si mal no recuerdan, me era imposible ya que el viento impedía la lectura al mover las páginas.

Finalmente cuando daba mi vida por finalizada, sentí un crujido debajo mío (estaba cayendo de espaldas, como Álvarez), y una superficie acolchada que me salva. Era un inflable!

Lamentablemente en mi caída dañé gravemente a un niño de ocho años. Si sobrevive será como parapléjico. De todas maneras como era un ilegal del Maghreb no hubo denuncia ni nada. Solo tuve que soportar las maldiciones de sus parientes. El nene no decía nada ya que había perdido el sentido.

Salendo del castillo inflable, algo mareado, me encuentro nada menos que con Halle y Al.
Los dos acaramelados y tomados de la mano. Y lo de acaramelados era en serio.
Habían adquirido la franquicia del quiosko de manzana acaramelada para el Tony Park que, basado en su tecnología de punta se había instalado a los pies de la torre y era la atracción de todos los parisinos.

Me preguntaron si me quedaba.
Yo no quería. Con la experiencia de Rita me había alcanzado.
Y allí tuve una idea genial.
Vendería los manuscritos de Halle al Paris Match y con el producido viajaríamos a Alemania a ver el mundial!
Ahí mismo lo llamé a Figueredo que loco de contento, suspendió un momento su tarea de chupar medias y me dijo que me tirara por allá.

Al y Halle estuvieron de acuerdo ya que el Kiosko era un fracaso.
Tedescos, allí vamos!

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Les deseo feliz viaje. ¿Por quién hinchan los warren?

Ah, y están preciosos con éste verdecito.

Irina, dijo...

Ay Warren, qué preciosos esos caballitos. ¿Se van en ellos hasta Alemania?
Irina

Von dijo...

Espero verle hinchar por la madre patria, es decir, Inglaterra. Escuche!! Hoy toca Richard Bona en nuestro máximo escenario. Tuve por un momento la esperanza de encontrarlos entre los asistentes. Ahora, charlando con amistades varias me vengo a enterar que ya no está "El Aguila" ¿Qué pretenden? uno sale con hambre del teatro luego de ser tolerante con un bajista africano virtuoso y no tiene donde ir a comer decentemente?

Anónimo dijo...

¿Los Warren son los dueños del Aguila? De haberlo sabido antes los hubiera tratado mejor.

Tomás Eastman dijo...

Vamos por partes:
Gracias Ceryle por su saludo. Tratamos de conseguir verde inglés pero en la ferretería de Interné no había

Irina. No, los caballitos son del Tony Park, no nos los prestan. Vamos en tren, no en avión

Von. Lamento su desazón. se ve que hace tiempo que no pasa por ahí. Al nero ese lo tuvimos en casa en el festejo de un cumpleaños de Al. Tocaba en un combo de cha-cha-chá. De esto hace ya algún tiempo. No era malo.

Ceryle. No fuimos nunca loos dueños del Aguila, pero manejamos el hotel Ritz en Paris y la pensión Apolo XIII en Madrid

Anónimo dijo...

La pensión de Apolo no la conozco. En el Ritz sirven un café con leche que es un asco. A ver si lo arregla para mi próxima estadía.

Tomás Eastman dijo...

Lo qe pasa que es café con leche para franceses, usted está malacostumbrada con el italiano.
De todas formas la próxima vez que vaya pida un café con leche warren´s. Ya va a ver lo que es bueno. Otra opción (que también maneamos) es el Hotel Côstes. Pero ahí el menú es para bulímicas. No creo que sea de su agrado

Irina, dijo...

¿Y Warren? Todavía están yendo de la cama al living?

Irina.