viernes, julio 29, 2005

El Telegrama. Problema y Solución


Retomemos la línea argumental de la saga de los Warren, luego del involuntario desvío por la muerte de un grande.
Cuando todo era alegría , amor, y armonía en la mansión, llega un telegrama dirigido a mi padre.
Al abrirlo le llamó la atención. Era de la Compañía Ferroviaria.
Lo firmaba un tal Tabaré Hackembruch, y decía que la empresa había gastado una suma nada modesta en mantener a mi tío retardado en un hospicio de primer nivel.
Que esa había sido una decisión personal del anterior gerente, y que no había sido comunicada a la superioridad en Gran Bretaña.
Por lo tanto el como nuevo gerente se eximía de esa responsabilidad, y le comunicaba a mi padre que si no pagaba el mes corriente, en la primera quincena del siguiente Angus quedaba en la calle.

Endureció el gesto mi padre, más no emitió palabra alguna. Se dirigió a los aposentos que compartía con mi madre.
La mucama nueva, Noemí, que era de un descaro brutal corrió tras él y se pegó a la puerta para escuchar.

Según contaba después en la cocina, bajo la mirada admonitoria del mayordomo, tanto mi padre como mi madre estaban de acuerdo en que no valía la pena gastar un peso más en la manutención del tío.
La diferencia estaba en las soluciones.
Mi padre sostenía que con todo el terreno que había, se le podía construir una precaria casa, siempre cerrada con llave, y que el se encargaría de darle de comer, etc.
Mi madre por el contrario era intransigente. "Es tu problema y tú lo debes resolver. No me metas a mí en él. Ese retardado no pisa esta casa, ni yo pongo un peso para mantenerlo en otro lado. Y punto final."
"Ah, y si me entrás a complicar la vida más vale que vayas pensando en mudarte a otro lado. Siempre podés volver a.........". Las risas que taparon la cocina impidieron escuchar el final de la frase.
Eso era algo que mi padre no estaba dispuesto a hacer. Quedaba de su mano la solución. Y decidido como era, la encontró.

Al otro día llamó al hospicio y avisó que prepararan a su hermano que lo iba a llevar a pasar unos días en el interior. Saldrían al día siguiente.
Ese día lo pasó a buscar temprano, lo que causó una gran alegría en mi tío que casi no había visto a su hermano en los últimos años.
Tomaron un tren, (otra novedad para Angus), y viajaron varias horas hasta llegar a la estación de Piedra Sola. (Tacuarembó)
Una vez allí se bajaron, y recorrieron un breve trecho que separaba la estación de un cantarín arroyuelo.
Allí mi padre abrió la canasta que había llevado, y extendió el mantel cuadriculado sobre el césped. Ante la exultante alegría de Angus comenzaron a salir exquisitos manjares caseros de la cesta, hasta cubrir por completo el mantel.
Una vez concluido esto, mi padre le dijo:
-Comienza a comer querido hermano. Yo voy a comprar unos globos y enseguida vuelvo. No te muevas hasta que yo no vuelva.
Globos!!!. Era el colmo de felicidad para Angus. Todo lo que había pedido en su vida: Amor fraternal, manjares y diversión, se estaba cumpliendo.
Despìdió a mi padre con risotadas, la boca llena, aplausos y saltitos de alegría.
Mi padre dió media vuelta, llegó a la estación y se tomó el tren que iba a la Ciudad de Tacuarembó y que salía en ese momento.
En el trayecto trató de no pensar. Inclusive hizo la noche en una casa de putas de Durazno.
Al otro día en Villa Colón, y en brazos de mi madre, estaba todo olvidado.


The Telegram. Problem and Solution

Let us retake the argumental line of the saga of the Warren, soon of the involuntary deflection by the death of a great one.
When everything was joy, love, and harmony in the mansion, a telegram directed to my father arrives.
When opening it it called the attention to him. It was of the Railway Company.
It signed a certain Tabaré Hackembruch, and said that the company had spent an extreme nothing modest in maintaining to my uncle slowed down in a hospicio of first level.
That that had been a personal decision of the previous manager, and who had not been communicated to the superiordad in Great Britain. Therefore as new manager exempted of that responsibility, and it communicated my father to him who if the current month did not pay, in the first fortnight of the following Angus was in the street. My father hardened the gesture, did not emit word more some. One went to the aposentos that shared with my mother. Mucama new, Noemí, that was of a brutal impudence ran after him and it stuck to the door to listen. According to it counted later in the kitchen, under the admonitory glance of the butler, as much my father as my mother agreed in which she was not worth the trouble to spend a weight more in the manutención of the uncle. The difference was in the solutions. My father maintained that yet the land that was, could be constructed a precarious house to him, always closed with key, and that would be in charge to give him to eat, etc. My mother on the contrary was intransigente. "It is your problem and you must solve it. I do not put to me in him. That slowed down does not step on this house, nor I I put I weigh to maintain it in another side. And full stop." "Ah, and if me entrás to complicate the life more bond than you are thinking about mudarte to another side. Podés to always return to.........". The laughter that covered the kitchen prevented to listen to the end of the phrase. That was something that my father was not arranged to do. It was left of his hand the solution. And decided like it was, found it. To the other day it called to the hospicio and it warned that they prepared his brother who was going it to take to spend days in the interior. They would leave on the following day. That day passed it to look for early, which caused a great joy in my uncle who had almost not seen his brother in the last years. They took a train, (another newness for Angus), and traveled several hours until arriving at the Single Stone station. (Tacuarembo ') Once they lowered, and they crossed a brief stretch there that separated the station of a singsong little stream. There my father opened the basket that had taken, and extended the table cloth drawn into squares on the turf. Before the exultante joy of Angus they began to leave exquisite manjares homemade the basket, until covering the table cloth completely. Once concluded this, my father said to him: - He begins to eat dear brother. I am going to buy globes and immediately I return. You do not move until I do not return. Globes. It was the overflow of happiness for Angus. Everything what had requested in its life: Brotherly love, manjares and diversion, were being fulfilled. Despìdió to my father with guffaws, the full mouth, applause and small jumps of joy. My father gave average return, he arrived at the station and the train was taken that went to the City of Tacuarembó and that left then. In the passage it dealed with not thinking. Inclusively it did the night in a house of putas of Peach tree. To the other day in Villa Columbus, and arms of my mother, he was everything forgotten.

No hay comentarios.: