miércoles, julio 27, 2005
Salimooos!!! (Gracias VM)
Como veníamos diciendo en el Anterior Post, mi madre tuvo que viajar a Bs. As. a inaugurar la primera fábrica mundial de spiedos, que era de su propiedad.
Cuando lo hizo cursaba seis meses de embarazo. Su transporte en el vapor de la carrera no le causó trastornos.
Al llegar a la capital porteña se alojó en el hotel Alvear. No demasiado lejos de la fábrica que quedaba en Ayacucho y Las Heras.
La factoría, que ocupaba un cuarto de manzana había sido construida desde cero, utilizando todos materiales nuevos (fué la primera en usar acero inoxidable en Sud América).
El diseño de la fábrica lo hizo un ingeniero, creo que se llamaba Ameghino.
La producción de los spiedos se basaba en el diseño que mi madre le había sonsacado a su inventor, un borracho de Villa Colón.
Para su gran disgusto, cuando llegó a la planta, y ya con 200 unidades fabricadas, se dió cuenta a simple vista que nadie había tomado en cuenta que los pollos argentinos son los más anchos del mundo.
Entonces los equipos eran de un tamaño muy superior a la especificación, ya que de otra forma la fabulosa ave argéntea no entraba en el gabinete.
Revisando las órdenes de compra vió que para Argentina se habían vendido unos pocos, y que el resto de los pedidos era para otros países del mundo (incluido Uruguay) donde los pollos son comunes nomás.
Para todos estos pedidos el tamaño del aparato era demasiado grande, con el consiguiente aumento de costo de material, y la posibilidad perder la venta debido a que sus dimensiones excedían las especificaciones con las que se habían vendido.
Rápidamente decidió instalarse en la fábrica las 24 horas. Despidió al equipo técnico que había diseñado los equipos y contrató nuevo personal técnico. Esta vez eran todos uruguayos.
Dos meses estuvo, a pesar de su estado, en la cabina de mando de la fábrica. Disponible permanentemente para cualquier consulta, y supervisando que sus planes no volvieran a desmadrarse.
Le complicaba el turno de la noche. A veces se dormía.
Al pasar dos meses la situación estaba controlada.
Acababa de nombrar al nuevo gerente , un joven uruguayo llamado Leonel Viera, que posteriormente llenaría las páginas de la historia de la ingeniería mundial.
En ese momento sintió los primeros dolores.
Asistida por la tía Ofelia tomaron un coche de alquiler y fueron a una maternidad.
Allí el obstetra le dijo que podia estar comenzando el trabajo de parto, y que le convenía quedar internada en observación.
Mi madre confiaba en el médico, ya que era ciudadano británico e hijo de paquistaníes, pero no estaba dispuesta a tener un hijo que no fuera uruguayo.
Inmediatamente se hizo llevar hasta el Tigre y alquiló una lancha para que la trasladara a territorio oriental.
Lamentablemente el tripulante era un ex-taxista porteño, y perdió muchísimo tiempo dando vueltas entre las islas.
Seguíamos en territorio Argentino cuando rompió la bolsa. Mi madre gritaba, la tía Ofelia gritaba, y el tripulante gritaba molesto porque le estropeaban el tapizado.
Contaba la tía Ofelia que en el momento de asomar mi cabeza, acabábamos de pasar la isla Martín García rumbo a Carmelo.
Nací entonces en una lancha, pero ya en territorio uruguayo.
Cuando todo parecía terminado, la tía Ofelia que grita "Otro más!!".
Era Al. Mamá lo retuvo hasta llegar a tierra. Esto tendría posteriores consecuencias
Ya asqueado por toda la escena, el ex-taxista aceleró, y antes de una hora estábamos en el Hospital de Carmelo.
-La felicito señora Coolighan!, dijo el Dr. Olazábal, son dos niños sanísimos. Ahora descanse.
Pero mi madre sabía que no podía descansar. Sus hijos no podían ser hijos de un cura. Menos ser hijos de padre desconocido.
De pronto se iluminó.
-Llamá alPadre Warren. Probablemente esté en casa. Dile que lo necesito acá urgentemente, ordenó a Ofelia
Salimooos! (Thanks VM)
As we came saying in the Previous Post, my mother had to travel to Bs. As. to inaugurate the first world-wide factory of spiedos, that was of her property.
When she did it attended six months of pregnancy.
Its transport in the steam of the race did not cause upheavals to him.
When arriving at the Buenosairean capital one lodged in the Alvear hotel. Not too much far from the factory that was left in Ayacucho and the Heras.
The factory, that occupied a quarter of apple had been constructed from zero, using all new materials (fué first in using stainless steel in Sud America).
The design of the factory made an engineer, I believe that Ameghino was called.
The production of the spiedos was based on the design that my mother had sonsacado to him to her inventor, a drunkard of Villa Columbus.
For its great misfortune, when she arrived at the plant, and with 200 units already made, account occurred at first that nobody had taken into account that the Argentine chickens are widest of the world.
Then the equipment was of a size muy.superior.a the specification, since of another form the fabulous agéntea bird did not enter the cabinet.
Reviewing the orders of purchase vió that stops Argentina had sold few, and that the rest of the orders was for other countries of the world (including Uruguay) where the chickens they are common just.
For all these orders the size of the apparatus was too great, with the consequent increase of cost of material, and the possibility of losing the sale because their dimensions exceeded the specifications with which they had been sold.
Quicklyi she decided to settle in the factory the 24 hours. she dismissed the personnel that had designed the equipment and contracted new technical personnel. This time they were all Uruguayan.
Two months it was, in spite of its state, in the control room of the factory.
Available permanently for any consultation, and supervising that their plans did not return to desmadrar themselves.
Him complicaba the turn at night. Sometimes one fell asleep.
When happening two months the situation was controlled. It finished naming the new manager, an Uruguayan young person called Leonel Viera, that later it would fill the pages of the history of world-wide engineering.
Then it felt the first pains. Attended by the Ofelia aunt they took a car from rent and they went to a maternity.
There obstetra said that podia to him to be beginning the work of childbirth, and that agreed it to have left boarding school in observation.
My mother trusted the doctor, since he was citizen Briton and son of paquistaníes, but was not arranged to have a son who not outside Uruguayan.
Immediately she was made take until the Tiger and she rented a boat so that she transferred it to Eastern territory.
Lamentably the crew member was a Buenosairean ex--taxi driver, and wasted very many time giving returned between the islands.
We followed in Argentine territory when she broke waters. My mother shouted, the Ofelia aunt shouted, and the crew member shouted annoying because they spoiled the upholstery to him. The Ofelia aunt counted who at the moment for showing my head, we finished passing the Martín island Garci'a course to Carmelo. I was born then in a boat, but already in Uruguayan territory. When everything seemed finished, the Ofelia aunt who shouts "Another one more".
It was Al. Mother retained him until arriving at land. This would have later consequences Already disgusted by all the scene, the ex--taxi driver accelerated, and before one hour we were in the Hospital of Carmelo.
- I congratulate Mrs. Coolighan, the Dr Olazábal said, are two sanísimos children. Now he rests.
But my mother knew that she could not rest. Their children could not be children of a priest. Less being children of unknown father. Suddenlys he illuminated herself. - Llamá alPadre Warren. Probably it is in house. Dile that I need it here urgently, ordered to Ofelia
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1 comentario:
Greetings from Carmelo, Uruguay
http://www.ciudadcarmelo.com
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